lunes, 21 de diciembre de 2015

Breve análisis crítico del discurso de la teoría de Henri Wallon


I.                   INTRODUCCIÓN

El lector debe conocer de entrada que nuestra posición científica comprende que toda producción discursiva y cultural, incluyendo la científica, se co-constituye por una multiplicidad de factores, funciones, niveles y categorías diferentes de la realidad humana. De igual forma que la realidad biopsicosocial y la construcción de este conocimiento produce y responde a particularidades y situaciones únicas, así como también puede asociarse a relaciones (de relaciones explícitas e implícitas) de discursos, intereses,  contextos (geográficos, culturales), influencias históricas, epocales, coyunturales, y a ideologías y/o poderes. Una ciencia que intente ser inclusiva no puede limitarse a la explicación causal, debe incorporar la interpretación, y la incertidumbre. Vale resaltar la divergencia entre la teoría y la práctica, cuales no necesariamente son consecuentes, ni se relacionan armoniosamente independientemente de nuestra volición. Es nuestro pensar que la realidad no puede constituir un todo (espiritual y/o material), por más atractiva y seductora que sea la idea; tampoco se articula en simples partes (interrelacionadas, interdependientes o no); ni debemos contentarnos con asumirla como procesos o sistemas (cerrados o abiertos) únicamente. Asumimos un pensamiento paradójico, heterogéneo, y crítico, no puede existir un único modelo epistemológico que de cuenta de la realidad que intenta estudiar y prescribir el científico.
Habiendo dicho esto, la configuración de un modelo psicológico (o científico) por más complejo e interdisciplinario que sea, se limita de una forma u otra a la multiplicidad y a la diferencia de la realidad. La psicología evolutiva tradicional intenta producir descripciones, evaluaciones normativas, cuantificar (la percepción de) los fenómenos de la realidad, hacer generalizaciones, indicar y establecer modelos correctos y esperados de desarrollo psicológico (Burman, 1994, 2008; Broughton, 1987). Según Burman (1994, 2008; Broughton, 1987) la perspectiva crítica de la psicología evolutiva aunque heterogénea como discurso y reclamo, presenta las limitaciones, devela las relaciones de poder, y señala los efectos perjudiciales intra e  interpsicológicos y socioculturales, y excluyentes de las concepciones de subjetividad de la psicología evolutiva tradicional. El presente escrito tiene el objetivo de acercarnos al tema de la psicología evolutiva desde una postura crítica, deconstruyendo y analizando el discurso científico de uno de los padres de la psicogenética, Henri Wallon. El autor intentará exponer a lo largo de este espacio como la teoría psicológica de Henri Wallon produce un modelo psicológico que es limitante y excluyente. Las premisas de Wallon aunque interdisciplinarias y dialécticas, a pesar de que consideran el contexto histórico y cultural, y asumen las variables biológicas y sociales para explicar lo psicológico, reproducen ineludiblemente una concepción del desarrollo que implícitamente y paradójicamente “excluyen por vía de la inclusión”, en palabras de Román (1998).
Reconocemos que este proyecto es arriesgado, pero estamos dispuestos a fracasar en el intento de producir una visión critica. Quizás no logremos convencer al lector del todo, pero elaboraremos nuestra metodología y análisis coherentemente para que este pueda seguir nuestra línea argumentativa y cuestionamiento. La teoría de Henri Wallon estaba adelantada a su época, es compleja y de visión dialéctica donde interrelaciona factores biológicos y sociales y por tanto, ofrece una visión más rica o interdisciplinaria que otras psicologías tradicionales. Es por este aspecto, por lo implícito de la limitación de su modelo, que nos interesa estudiar el discurso psicológico de este gran francés. También para mostrar que aún teorías interdisciplinarias y complejas no están exentas de limitaciones, ni implican un análisis desde el paradigma de la complejidad (vea elementos del paradigma en Morín, 1984, 1994). Habría que reconocer también que hemos estudiado la teoría de Wallon recientemente, y por oportunismo hacemos este ejercicio académico con su teoría. Su teoría sobre el desarrollo psicológico es abarcadora, con explicaciones dialécticas fascinantes (entre lo individual y social, lo orgánico y psicológico, lo histórico y el medio), ata lazos en múltiples factores de la realidad para suponer una totalidad ontológica donde todo se integra en una unidad material que da sentido a estructuras, funciones y patrones particulares. Sin duda, Henri Wallon estableció una metodología, un método, y una teoría de la evolución psicológica del niñ@ que todavía ofrece perspectivas válidas para el conocimiento científico y psicológico.
No intentamos de ninguna manera invalidar (ni lo lograremos) la teoría walloliana del desarrollo, lo que nos interesa es contestar dos preguntas principales: ¿Qué elementos de la teoría del desarrollo psicológico de Henri Wallon permiten considerarla positivista, limitante y excluyente? Y por otro lado, ¿qué discursos, ideologías y voces constituyen la teoría psicológica de Wallon? Otras sub-preguntas que se contestarán en el transcurso son ¿cómo la teoría de Wallon reduce la complejidad de la subjetividad humana y la complejidad social? ¿Qué modelo de la subjetividad produce la teoría de Wallon? ¿Cómo el contexto, la época y las influencias históricas afectaron su producción teórica? Para contestarnos estas provocadoras preguntas recurriremos al análisis de discurso, como un marco teórico que nos permitirá estudiar y analizar diversos enunciados discursivos para develar su funcionalidad  “referencial (informativo) , o epistémica (interpretativo), o generativa (creativa)” (Santander, 2011, p.209). El autor no explicará toda la teoría de Wallon, por razones de tiempo y porque el método escogido no lo requiere, nos limitaremos a escoger enunciados de su teoría para ejemplificar la tesis propuesta. Confiamos que la relevancia de este trabajo consiste en aportar una visión crítica a la psicología evolutiva, permitiendo primero debate y si es posible, a una visión más inclusiva del desarrollo por medio de la crítica.
La metodología que hemos escogido es cualitativa, y consistirá en  un método documental, con análisis primario y secundario, basada en la técnica del análisis de discurso. La investigación documental que haremos recopilará información por medio del análisis primario (fuentes primarias-textos de Wallon) y secundario (fuentes secundarias-textos sobre el trabajo de Wallon). El marco del que partimos  entiende el discurso como práctica social (Fairclough, 2003; van Dijk 2000), como una forma de acción social (Santander, 2011, p.210). Entenderemos al discurso (científico en este caso) como una configuración social estructurada y estructurante, que responde a coordenadas específicas de contexto, a “ordenes del discurso y ordenes sociales” (Fairclough, 2003, p.29) y según Foucault (1968) a las relaciones cambiantes de poder en las instituciones de la sociedad. Según Morales (2013) este análisis observa las funciones pragmático-sociales de los discursos desde una relación dialéctica, donde los significados están inmersos en contextos locales y globales (Bourdieu, 1982, 1990), que se establecen por medio de determinados procedimientos retórico-discursivos y argumentativos. El autor reconoce que existen diversas variantes del análisis de discursos, retóricos-descriptivos (Pujante, 2003), semiológicos (Saussure, 1997; Barthes, 1971; Veron, 1998), inferencial (Wilson, 1994), entre muchas otras. En este trabajo optaremos por la corriente que entiende el discurso como acción o forma social que tiene consecuencias específicas, nuestra atención estará dirigida al contexto y al género de los enunciados, su significación (ideológica) y sus consecuencias en sociedad, por lo que estaremos cerca de la tradición sociopragmática y crítica del análisis de discurso.
Al comprender el discurso en su aspecto contextual partimos de la premisa que
“el mensaje que transmite un hablante concreto, en una situación comunicativa determinada, [es] a un interlocutor o interlocutores específicos. [Por lo que] Constituye el resultado de un proceso de significación de tipo semántico, pragmático, sociocultural y/o ideológico, transmitido a través de los múltiples niveles lingüístico-discursivos y retóricos, tanto de forma denotativa como indéxica” (Morales, 2013).
También nos ocupa el análisis del género discursivo, entendido por Bajtin (1998) como una serie de enunciados que agrupados tienen ciertas similitudes en su contenido temático, su estructura, su estilo lingüístico y su función. Por último, recurriendo al análisis crítico de discurso, analizaremos y señalaremos los enunciados ideológicos que reproducen relaciones de poder.
“[T]he real meaning is the exact opposite of any attempt to absolutize particular scientific doctrines. It requires instead that every piece of knowledge be regarded, not of course as a purely arbitrary creation, but a representation by particular men in a particular society, context, and moment of time, a representation which is a product but can become a productive force in turn… [T]he self knowledge of present-day man is not a mathematical knowledge of nature which claims to be the eternal logos, but a critical theory of society as it is, a theory dominated at every turn by a concern for reasonable conditions of life” (Horkheimer, 1972: 35 y 198 citado en Morales, 2013).
Por otro lado, hay una vertiente crítica que se enfoca en la construcción de representaciones metales o cognitivas que producen los discursos, y la cual nos ocupa para este análisis.
“[…] political discourse [para nosotros el científico] involves, among other things, the promotion of representations, and a pervasive feature of representation is the evident need for political speakers to imbue their utterances with evidence, authority and truth, a process that we shall refer to in broad terms, in the context of political discourse, as ‘legitimation’.” (Chilton, 2004, pág. 23 citado en Morales, 2013).
Desde estas coordenadas el autor se propone realizar el análisis.

II.               Contenido
Henri Wallon fue un psicólogo, médico, filosofo, político y educador francés, que nació en 1879 y murió en 1962. Fue uno de los pioneros de la psicología genética, explicó la evolución psicológica del niño desde un marco epistemológico genético, biológico y social y desde el materialismo dialéctico e histórico. Junto a Piaget, Vygotsky, y el psicoanálisis produjo un corpus teórico sobre el desarrollo psicológico de los individuos en sociedad. A diferencias de los otros teóricos, Wallon interrelacionó lo orgánico con lo social, el contexto histórico y el medio como factores fundamentales. Resalto el carácter afectivo y emocional de la conciencia, y explicó esta como producto de una simbiosis afectiva entre el niño y el otro (su madre y cuidadores principalmente). Para Wallon todos estos factores están relacionados, y como parte de la dialéctica materialista concibe que todo es producto de la materia, que la evolución va de lo más simple a lo más complejo, y el desarrollo es continuo y contingente. Según Wallon (1980) la materia orgánica precede a la materia social, empieza con la fisiología para explicar lo psicológico. No tenemos la intención de explicar la teoría de Wallon pero queríamos ofrecer unos detalles sobre su trabajo para darle al lector una brevísima imagen de su trabajo.  
A continuación mostraremos varias citas de textos de la teoría de Henri Wallon para ir construyendo el análisis discursivo que nos proponemos. En ocasiones acudiremos a textos secundarios para sostener nuestro argumento, de autores que hablan sobre la teoría de Wallon aún reconociendo las limitaciones que esto nos presenta. Durante este trayecto intentaremos mostrar y fundamentar nuestra opinión sobre los elementos de la teoría de Wallon que la hacen un modelo limitante, positivista y excluyente, así como indicar que voces, discursos e ideologías se observan. Importante es aclarar que no decimos que Wallon tenia una concepción limitante y excluyente (quizás en teoría no), pero al materializar lingüísticamente su teoría esta no puede escapar a ciertas limitaciones.
En Psicología del niño, Wallon (1980) explica que “Cualquier niño normal debe poder adquirir el lenguaje a partir de un determinado momento en su evolución”. También Wallon criticando el determinismos y reduccionismos de los tests de inteligencias dice “habría que concluir que la inteligencia de un idiota- es decir, de un individuo cuyas aptitudes intelectuales son muy rudimentarias […]”.  Analizaremos esto desde el análisis crítico de discurso desde su función referencial, aquel que informa algo, epistémico, que interpreta algo y generativo, que crea algo  (Echevarría, 2003) y considerando como antes expusimos, el contexto del mensaje, el género discursivo y sus consecuencias. Respecto al contexto del discurso este se produce en la primera mitad del siglo XX, en Francia. Wallon es médico y psicólogo, sus lectores son médicos, psicólogos y psiquiatras, hombres de ciencia en general. Conoce la teoría evolucionista y la dialéctica de Hegel y Marx. Para ubicar este discurso en su género, establecemos que pertenece al discurso científico. Al concebir la dialéctica como base epistemológica y a la biología como partida de sus análisis teóricos para explicar lo psicológico, concibe o expresa el desarrollo desde una lógica positivista y dicotómica aunque siempre insiste en la totalidad. “Cualquier niño normal” implica que hay niños anormales, además, el supuesto de que el “lenguaje” es fundamento para ser normal contiene una carga ideológica que limita como anormales a aquellos que no logren hablar. La idea de “evolución” en esa cita muestra su concepción biológica y organicista, y establece la idea de un desarrollo normal esperado en el niño. En la otra cita podemos observar explícitamente al adjetivo de “idiota”, denota la idea de anormalidad psicológica en los sujetos. Wallon es producto de finales del siglo XIX, done surge el interés de estudiar científicamente los factores psicológicos del niño, y donde proliferan las generalizaciones y modelos del “desarrollo normal”. El pensamiento dominante  de la época establecía que si la evolución de las especies ha sido por etapas que progresan a través del tiempo, la vida del niño se puede explicar en términos de etapas de desarrollo, “la ontogenia recapitula la filogenia” (Burman, 1994).
Otra cita que expone las limitaciones de su modelo y las consecuencias prácticas de su visión psicológica es la siguiente:
“Si se trata de simple deficiencia intelectual, ahora está a nuestro alcance medir las aptitudes del niño con la ayuda de tareas seleccionadas que nos permiten compararlo a la medida de los otros niños. El problema es mucho más difícil de resolver cuando se trata de esos niños torcidos, viciosos, perversos, en los que las anomalías se traducen en perturbaciones de conducta y contra quienes la sociedad debe preservarse…” (Wallon, 1985, p.163)
Podemos observar la comparacion entre niños “normales” y niños “torcidos, viciosos, perversos” con “anomalias”. La voz que habla es la de un medico, que supone que el organismo debe ser una manera particular para que pueda ser inteligente y normal. El genero discursivo de este discurso es cientifico y psicologico. La ideologia que integra es la de un supuesto de normalidad, que lo lleva a un enfoque comprartivo entre lo deseado y lo indeseado, lo desarrollado y lo “torcido”.
En otro texto de Wallon, La vida mental (1985) expone “La inteligencia del niño tiene sus orígenes en manifestaciones parecidas a las que han sido observadas en las especies animales más próximas del hombre.” Wallon recurre nuevamente a la metáfora organicista, estableciendo una metáfora por medio del discurso científico, donde el humano se equipara con el animal, la ontología del hombre es su base orgánica y material. En esta cita se ubican voces organicistas, positivistas y esencialistas que hablan desde la ciencia. Martí-Sala establece que el modelo organicista presenta al humano como
“un organismo, un ser activo y organizador, cuyos comportamientos no pueden ser reducidos al análisis de sus componentes; la predicción exacta en términos de causas eficientes se vuelve imposible. El desarrollo, inevitable por las características mismas del ser viviente, es una construcción definida por un vector y caracterizadas por etapas cualitativamente diferentes, que muestran organizaciones estructurales distintas.” (Marí, 1991, p.39 )
Según Martí (1991) este modelo se basa en postulados racionalistas para explicar la evolución, “en términos de principios universales, normativos y dinámicos (equilibración, diferenciación-integración), en los que la interpretación (apoyada en una base empírica pero sin reducirse a ella) juega un papel de primera importancia.” (Overton, 1988 citado en Martí, 1991, p. 40). Volviendo a la cita de Wallon, si la inteligencia tiene sus orígenes en las especies más próximas al hombre, el se refiere a los monos superiores, entonces la inteligencia será algo que podremos ubicar, medir y describir, es una característica de lo superior, de lo evolucionado, y debemos esperarla en todos los niños de una manera u otra, porque corresponde a la “naturaleza de lo orgánico”. Este modelo produce ontología y permite generalizaciones sobre la inteligencia y lo biológico. Además, si el desarrollo psicológico del niño parte de lo orgánico, entonces esta premisa da paso a psicologías “primitivas”, sujetos que no lograron su “adaptación” bien, y de tener el cuerpo afectado por cualquier razón, tendríamos sujetos y niños anormales que no se equiparan al sujeto “evolucionado”.
A continuación presentaremos una cita extensa del trabajo de Wallon para analizar la ideología y las consecuencias de tal discurso en la praxis.
“Se ha establecido una comparación entre niños que se han educado en un medio en que el lenguaje es pobre, rudimentario, monótono, con un contenido muy poco desarrollado y niños que se han desarrollado por el contrario en un medio ‘intelectual’, en el que el lenguaje presenta grandes matizaciones de sentimientos o finas distinciones intelectuales. Todas las partes de la inteligencia, del razonamiento, que se encuentran ligadas al lenguaje, que exigen su empleo – y se trata de un inmenso campo de la inteligencia- se encontraba mucho más desarrolladas en los últimos que en los primeros. El medio juega un punto considerable a partir del punto inicial, por lo menos en lo que se refiere a determinadas funciones.” (Wallon, 1980)
Continuando el argumento de la cita anterior, en esta cita Wallon implícitamente relaciona la inteligencia con la capacidad lingüística y el medio. Wallon señala que el lenguaje es necesario para el desarrollo de la inteligencia, y que depende del medio para que el niño sea más inteligente, nuevamente el niño como organismo, necesita de las influencias de su medio para adaptarse “bien”. Entendemos que Wallon intenta observar y describir ciertas capacidades intelectuales, pero son estas capacidades intelectuales que responden a un discurso positivista de la inteligencia y reduce lo intelectual al uso lingüístico. Sabemos que hay mudos inteligentes, esta cita a mi entender denota una postura clasista sobre la inteligencia y los medios, visión que puede entenderse por la influencia del marxismo en Wallon. Sabemos que Wallon no explica el medio específico, pero reconocemos implícitamente que “el medio [donde] el lenguaje es pobre, rudimentario, monótono, con un contenido muy poco desarrollado” a diferencia del “medio intelectual”, corresponde precisamente a uno de los términos que el mismo empleo en esa frase, a un contexto y una comunidad “pobre”. De esta forma su teoría contiene elementos de una psicología limitante, reduccionista y positivista, modelos que tienen una concepción del desarrollo como señala Burman (1996) de la familia blanca educada, de clase media alta y del norte, por lo que sus prescripciones “amplían el ámbito de evaluación y la patologización de la mujer [el hombre y el niñ@] pobre y carente de educación”.
Ahora recurrimos a un cita de Ferreyra (2011) donde explica la visión de Wallon sobre el desarrollo. “El cambio se origina en las contradicciones internas de las cosas que entran en conflicto. Esto es útil para ver la historia social del hombre, pero también es observable en el desarrollo evolutivo. El cambio tiene una racionalidad. La realidad cambiante conlleva una racionalidad que hay que descubrir.” Ferreyra es un profesor, psicomotircista argentino, este texto va dirigido a otros maestros y psicomotricistas principalmente. En la cita podemos observar la ideología del materialismo dialectico e histórico, presenta el origen del cambio como una contradicción interna de las cosas. El cambio no necesariamente tiene de darse por contradicción, y el cambio de los animales y su “evolución” no tiene porque corresponder con el humano. Observamos voces historicista, evolucionistas y una ideología racionalista y positivista. Esta postura parte de una visión esencialista de la realidad, y claramente se observa el racionalismo del la ciencia clásica “El cambio tiene una racionalidad.”. Y explícitamente positivista, “La realidad cambiante conlleva una racionalidad que hay que descubrir”, Wallon creía en descubrir cosas, aunque era filósofo, tenia un espíritu científico.
Para Morin (1984, 1994) y Mires (1996) el esencialismo, el reduccionismo, absolutismo, la racionalidad y el positivismo son elementos del paradigma de la simplicidad, elementos que de alguna manera no conciben la heterogeneidad y la complejidad de la subjetividad humana y la realidad social. Sabemos que Ferreyra y Wallon hablan del cambio, de lo dinámico, y la realidad para nosotros es precisamente cambiante, pero esto no quita que su expresión lingüística produzca ciertas representaciones sociales y cognitivas sobre el desarrollo. Desde el análisis critico del discurso ideológico, debemos preguntarnos ¿cuál es esa racionalidad? Y ¿qué implicaciones tendría en la subjetividad del humano? No vamos a contestar esta pregunta por limitaciones de tiempo, pero indicaremos que contienen la idea del progreso, que implícitamente contiene la ideología de la trascendencia. Es esta idea de la trascendencia la que posibilita también los modelos de un desarrollo normal y otro anormal, o subdesarrollado, de un sujeto evolucionado y otro atrasado o primitivo.     
Para analizar otra cita sobre la teoría de Wallon recurrimos ahora a Voyat (1984) “At four to six months of age, the child enter a period of socialbility in which he establishes a relationsship with anyone”. Esta cita de Voyat explicando a Wallon muestra la concepción temporal del desarrollo psicológico. Podemos observar la influencia de la física y sus conceptos temporales en la producción de conocimiento psicológico, que a la vez influyó a la biología y a su teoría de la evolución. Sabemos que Wallon rechazaba los reduccionsimos, las generalizaciones, y que indicaba edades en términos relativos, mas la idea de tiempo en la concepción del desarrollo psicológico permite la representación de un desarrollo normal y anormal. Este modelo permite en la praxis que aquellos niñ@s que a esta edad no logren tales capacidades se les someta a psicólogos o médicos para “descubrir” los problemas en su “evolución”, problemas orgánicos o psicológicos.

III.             Conclusión
A lo largo de este breve escrito intentamos exponer como la teoría y concepción de desarrollo de Wallon, aunque interdisciplinaria, que contemplaba el cambio continuo y dialéctico, y consideraba factores biológicos, sociales, históricos y del contexto, su discursos respondía y no escapaba a elementos limitantes, reduccionistas y positivistas. Algunos de estos elementos observados a través del análisis discursivos de varias citas de sus textos fueron sus metáforas organicistas con lo humano, que lo llevaron a la concepción evolucionista de la subjetividad, donde se espera un desarrollo normal. Una concepción historicista y desarrollista del humano, y un racionalismo. Otros elementos fueron su reduccionismo materialista y su absolutismo de que todo cambia. Así como la idea implícita de que hay una normalidad, un progreso óptimo, esperado y normal. Se encontraron voces, discursos e ideologías racionalistas, clasistas, científicas, materialistas, organicistas, entre otras.
A nuestro gusto la teoría de Wallon es la más comprensiva de las teorías del desarrollo psicológico, ya que interrelaciona y considera diversos factores de la realidad, pero no es exhaustiva,  “[…] una serie de factores, por necesarios que sean, no es suficiente para determinar un desarrollo determinado. Debido a la ausencia de factores o mecanismos internos propios al desarrollo psicológico mismo, no se sabe de que manera los diferentes factores extrapsicologicos (maduración, sociedad, cultura) inciden en la construcción de lo individual” (Martí, 1991). Wallon explica el desarrollo desde la materia, observa e indica las diversas funciones y mecanismos de las emociones, el medio y el otro la “evolución” psicológico del niño, pero poco habla del sentido, de las ideas, los factores psicosociales de la personalidad y del inconsciente, que a nuestro parecer porque no sea demostrable no deja de existir. Wallon se concentra más en la explicación de lo psicológico, que en entender, interpretar todo lo que implica lo psicológico. Independientemente de no hable de temas que quisiéramos (o no observamos), Wallon presenta un sujeto anormal y otro normal, uno evolucionado, uno inteligente y otro “idiota”. Su concepción del desarrollo es contingente y abierta, pero produce un modelo psicológico limitado y excluyente. Las consecuencias de que su voz científica en momentos determinara fases de evolución y desarrollo y capacidades o funciones esperadas, producen en la praxis un modelo a seguir, una representación ideal de lo que debe ser el desarrollo psicológico. Los niños que no hablen a tal edad, o no socialicen, o pueden tener pensamiento abstracto, serán condenados a ser un sujeto retrasado, a ser un “idiota”.
Wallon hizo un trabajo de vanguardia, y su teoría sobre el desarrollo psicológico es holística y compleja. Pero en este trabajo se intentó exponer que su discurso científico y del desarrollo aunque complejo, contienen en si mismo elementos limitantes y excluyentes para la diversidad de subjetividades posible. Esto para nada implica que la teoría de Wallon no tenga validez, ni relevancia. Además, se reconoce que por la limitación de tiempo no se pudo realizar un análisis comprensivo como se podría hacer si el tiempo lo permitiera y quizás, no pudimos demostrar adecuadamente el punto que intentábamos desarrollar.

 Por Abelardo Hernández Martínez, M.A. 


Referencias:

Bajtín, M. (1998) Estética de la creación verbal. Siglo Veintiuno ediciones.

Broughton, John (1987). An Introduction to Critical Developmental Psychology. En Critical Theories of Psychological Development. Nueva York: Plenum Press. Pp. 1-30.

Burman, Erica (1994). Los orígenes. La deconstrucción de la psicología evolutiva. Madrid: Visor. Pp. 21-35.

Burman, Erica. (1996). Ángel Gordo López y José Luís Linaza (Eds.) La distribución anormal del desarrollo: políticas para las mujeres y niñas/os del Sur. Psicologías, discursos y poder (PDP). Madrid: Visor. Pp. 217-233.

Burman, Erica. (2008). Models and muddles: Dilemas of chilhood. En Deconstructing Developmental Psychology (Second Edition). London: Routledge. Pp. 85-101.
Fairclough, N. 2003. El ACD como método para la investigación en ciencias sociales. En: Wodak, R. y Meyer, M. (eds.). Métodos de análisis crítico del discurso. Barcelona: Gedisa, pp.143-178.
Ferreyra, E. (2011) Henri Wallon: Análisis y conclusiones de su dialéctica

Martí-Sala, Eduardo (1991). Perspectiva histórica y fundamentos epistemológicos. Psicología evolutiva: teorías y ámbitos de investigación. Barcelona: Anthropos. Pp. 19-46.

Mires, Fernando (1996). La revolución paradigmática. En La revolución que nadie soñó o la otra Posmodernidad. Venezuela: Nueva Sociedad. Pp.161-183.

Morales, E. (2013) Hacia dónde va el análisis del discurso. Encontrado en https://www.um.es/tonosdigital/znum21/secciones/estudios-21-discurso.htm#_ftn1

Morin Edgar (1984). Los mandamientos de la complejidad. Ciencia con conciencia. Barcelona: Antropos. Pp. 357-362.

Morin, Edgar (1994b). Dora Fried Schnitman (Ed.) Epistemología de la complejidad. En Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad. Barcelona: Paidós. Pp.421-446.

Román, Madeline (1998). “Nuestros niños primero” Modos de regulación y criminalización de la juventud. Lo criminal y otros relatos de ingobernabilidad. San Juan, PR: Publicaciones puertorriqueñas. Pp.13-37.

Santander, P. (2011) Por qué y cómo hacer un analisis de disurso. Encontrado en http://www.scielo.cl/pdf/cmoebio/n41/art06.pdf

Wallon, Henri. (1984). The Emotions. En The World of Henri Wallon. Gilbert Voyat (Ed.)New York: Jason Aronson.Pp. 147-163
Wallon, Henri (1980). Jesús Palacios (Ed.). Los estadios del desarrollo. Psicología del niño: una comprensión dialéctica del desarrollo infantil, Vol. II. Madrid: Pablo del Río Ed. Pp. 245-286.
Wallon, Henri (1985) Los inicios de la sociabilidad, relaciones afectivas: las emociones. La vida mental. Barcelona: Ed. Crítica. Pp. 108-128.

Van Dijk, T. 2000. El discurso como interacción social. Barcelona

No hay comentarios: